Carta a mi ex esposa. 4

Tengo que confesarte que estoy un poco disgustado ya que en 5 minutos me cierran el café y acabo de llegar, bueno, parece que he visto en las gradas de una librería un buen lugar para sentarme. Estoy muy cerca de tu casa y no puedo evitar el preguntarme ¿Qué pasaría si fuera a buscarte?.
Creo que hoy es un buen día para sincerarme, la verdad no me importa lo que hiciste con el, si lo besaste, si lo abrasaste, si dormiste a su lado o si hiciste el amor con el, no me importa, me importas tu y punto. Tienes que saber que en este momento mis esperanzas se basan en volver a verte, mi contexto ahora es muy sencillo solo se basa en : escribo, fumo y te extraño.

Aún sigo preocupado por tu estado de salud debido a la desconpensacion  que sufriste hace algunos días ya que gracias a tu enfermedad te llevo hasta el hospital, espero y marques para saber como te encuentras.

Ay angelito hay tantas cosas que siento y me gustaría decirte pero no tengo ni la menor idea de como plasmarlas en el papel. Se que un te amo ha estas alturas ya no significa nada para ti y mucho menos si viene de mi pero eso no cambia el hecho de que te amo con toda mi alma. Te juro que en estos momentos me identifico bastante con un libro que siempre quise que leyeras: El Zahir de Paulo Cohelo.

Me ha pasado algo bastante extraño al terminar el párrafo pasado. Decidí dejar las gradas de la librería y dirigirme hacia el punto mas solitario de la avenida y en el trayecto vi a 2 niñas mas o menos de tu edad y estatura, una de ellas de espaldas se asemejaba bastante a ti y no pude evitar el correr abriéndome paso entre la gente para alcanzarla ya que pensaba que eras tu, bueno, alcancé a ver que cambiaria de rumbo y entonces grite: ¡Hey espera!, volteo y me miro con cara de llevense a este tipo enfermo pero, que mas podría hacer si te veo hasta en la sopa.

Amor en verdad te extraño demasiado y no me importa si tengo que recorrer el mundo en busca de tus huellas, se que el camino sera difícil pero he dejado atrás mi historia personal con el propósito de empezar desde cero, tengo un ángel que me cuida no se cuando llego pero apareció a mi lado de un día a otro; es una pequeña niña y su nombre es octubre y se que me acompañara durante todo el camino, no para de hablar de ti y creo que esa es una de las grandes semejantes que compartimos.

La verdad no creo que llegues a leer toda la serie de cartas que te he escrito pero ya no puedo hacer nada mas que dejarlas y esperar a que la luna las lleve a tu regazo.

Cuidate mucho, te amo y te mando un beso.

Eduardo.